sábado, 13 de diciembre de 2014

lunes, 28 de abril de 2014

El refugio cósmico de los pastores castellanos

Los refugios de los pastores en  la Castilla rural merecerían  un estudio etnográfico  que creo no  ha sido realizado  con la debida profundidad y cariño. ¿A quién le puede  interesar un montón de piedras en un altozano perdido  de la meseta castellana? ¿Que interés pueden tener esos refugios pétreos que en  las interminables jornadas con el rebaño eran edificadas piedra a piedra y que  en invierno o en otoño parapateaban  al pastor de la furia del viento del norte, la nieve o la lluvia? Seguramente nadie haya prestado valor a estas  humildes construcciones que se encaraman  en los puntos más elevados de los montes justo en la perspectiva para acechar al rebaño indolente, bien aprovechando un hoyo o hendidura, bien una concavidad en la roca caliza o la cercanía de un manantial. Me he prometido buscar bibliografía al respecto y encarar un trabajo  un poco como hace Gaston Roupnel con la campiña francesa en sus preciosos libros filosóficos-etnográficos.

Para  comprender  la importancia de estos  precarios refugios hay que pensar en esa profesión desconocida para el hombre actual que es el pastoreo, una profesión desaparecida inexorablemente  y que si se mantiene todavía en algunos pueblos de la comarca ya no posee la rudeza del pasado. En Castilla desaparecen los rebaños y los pastores, los montes no se limpian de la maleza, los caminos y rutas se borran  porque no transitan los rebaños de  ovejas, los bosques se queman porque el monte no está limpio como cuando pastaba el ganado y el fuego atizado por el viento no encuentra barranco, soleado o ribera limpia  que no arda a su paso. La desaparición del pastoreo es una de las  causas de por qué los incendios que asolan la península ibérica cada verano son tan devastadores.  La maleza que antes  el ganado limpiaba de forma natural  cuando pastaba  ahora nadie lo hace.

No es casual que al pastor como sucede en la religión cristiana  sea una metáfora y un emblema místico. Si conoces la Castilla de la meseta en los días de invierno puedes sentir  la rudeza en la que antaño los pastores vivieron, la profunda soledad en la que pasaban  su vida de sol a sol, estación tras estación, año tras año. La meseta castellana es mística  y la única meditación  surgida de estas tierras agrestes y frías, este terruño arduo  de labrar, es el seco conceptismo y el sentimiento trágico de Unamuno. 

Pero debemos hacer un ejercicio de imaginación y  acompañar a estos pastores solitarios  ante los acechos y peligros del monte, entre ellos el lobo que en manada atacaba los rebaños y que practicamente ha desaparecido en el ecosistema cinegétetico de toda la península. Cuantas leyendas ha dado el lobo. Solamente pronunciar esta plabara haría erizar los cabellos de los niños de tiempos pasados. La soledad del monte no nos impresiona. Por doquier se extienden carreteras y autopistas que fracturan los territorios que antes permanecían  unidos por las cuencas naturales de los ríos.

Estando en el pueblo donde  tenemos una casa fuí a visitar uno de mis refugios  preferidos, el cual se haya muy bien conservado,  y que tras   una tarde de caminata ante un viento del norte helado no logré encontrar. Desistí de buscarlo  y mi descripción es ahora el recuerdo  de haber estado allí con José María, un amigo de mi edad que  no quería estudiar y se quedó de pastor en el pueblo hasta que tuvo la edad de poder emigrar a la ciudad. Este refugio es muy especial pues parece una construcción megalítica. De hecho  hay resonancias en estas rudas y simples arquitecturas de las construcciones más primitivas: en ocasiones es un muro y un hoyo, en otras se encaraman en algún hueco de la roca caliza que se resguarda aún mejor con una pila de piedras.

Dicho  refugio que fuí a visitar tiene forma de iglú en la que cada franja de piedras calizas, sin tallar ni cortar, tal como se encuentran en la naturaleza, se van  sobreponiendo hasta conformar una semiesfera. Parece mentira que una persona solitaria haya podido levantar tal  edificación  y la destreza que tuvo que emplear el pastor para  acuñar las enormes piedras del paramento. Se entra a la construcción por un pequeño acceso  de cuclillas lo cual nos hace ingresar en un estado como embrionario. En el interior caben a lo más dos personas, o un hombre y un perro, y un fuegecillo con matas de berezo. Es allí donde situado en la posición más alta del monte sobre la llanura tormentosa, al abate de las inclemencias del frío y de la  desolada  soledad de los buitres que merodean a gran altura  en los cielos encapotados es donde se entiende  un principio fundamental del imaginario: la fenomenología de lo redondo al que Bachelard dedica el último capítulo de La poética del espacio..
Allí  el refugio del pastorcillo se cosmiquiza. El refugio endeble es una cpasula del tiempo que nos devuelve de un salto a la vida anterior de la palabra cuando el hombre era todavía mudo, el hombre que acompañaba a las bestias transhumante era un hombre amenazado, un hombre cuya soledad le unía a cada piedra del camino, a cada estrella del cielo, era un hombre cósmico porque era un hombre todavía ingenuo sin el suficiente arraigo a un lugar. Hoy, podemos  sentir quizá un poco de esa reminiscencia y encender el fuego del hombre transhumante.  El fuego transhumante es un fuego quizá más antiguo que el fuego sedentario.   Nadie que no conozca la meseta castellana en invierno no puede saber la enorme  tenacidad y persistencia que se debe tener para encender un fuego cuando las matas están humedas por la escarcha y los dedos duelen enrojecidos por el frío. Si logras  prender este fuego éste se convierte en el primer fuego del mundo, en un fuego que despierta en el ser un tiempo anterior a cualquier memoria y recuerdo personal. Es el tiempo anterior a la palabra.

Así que prometo algún día  escribir algo sobre metafísica castellana cuyo modesto acercamiento sea la tierra y los refugios de pastores. Ahondando en un motivo simple, en un  motivo tan humilde veremos iluminarse la vía de los sueños inefables, las ensoñaciones  más profundas que remiten a un estadio anterior al habla. Diremos que el pastor o  guarda silencio o se convierte en poeta . No hay termino medio. El habla del pastor es parca y las palabras se enraizan, toman las sonoridades del paisaje...

Campos de Castilla  de Antonio Machado  fue el primer libro que  me  regalaron en mi infancia.

sábado, 19 de abril de 2014

Centros de investigación internacionales sobre el imaginario

Centros de investigación internacionales sobre el imaginario

Université de Grenoble. GRECO.




Atelier de l´imaginaire. Biblioteque.
http://w3.u-grenoble3.fr/ellug/index.html/index.php?id=ateliers-limaginaire
Directrices de collection : Danièle Chauvin, Isabelle Krzywkowski
« Ateliers de l’imaginaire »
: le titre de cette collection dit assez le souci d’une recherche en devenir, et la volonté de publier les travaux qui, depuis quelques années, se multiplient en France comme à l’étranger dans les champs de l’imaginaire. Il s’agit en effet ici de rassembler et de promouvoir avec la plus grande visibilité des études dont le projet s’inscrit dans la mouvance de la critique de l’imaginaire largement comprise, sans a priori d’école ou de tendances: études d’images, de motifs, de thèmes ou de mythes; études littéraires, philosophiques, historiques ou sociologiques; monographies ou travaux théoriques et méthodologiques… dans la mesure où tous s’intéressent à l’imaginaire ou à l’imagination créatrice, personnelle ou collective.
« Ateliers de l’imaginaire » souhaite devenir en effet quelque chose comme une bibliothèque de l’imaginaire, qui permette un état des lieux et suscite une avancée de la réflexion théorique. Un lieu de transdisciplinarité qui contribue à estomper, sinon toujours à abolir, les clivages depuis trop longtemps reconduits entre les disciplines universitaires, particulièrement dans les sciences humaines. Un lieu de confrontation dynamique avec ce qui s’écrit, en ce domaine, à l’étranger.


Université de Angers. CERIEC.
CERIEC | UPRES EA 92

Thèmes de recherche / expertise:
Imaginaire et littérature, Ecriture du sacré, Littérature et savoirs
Expertise éditions savantes et fonds littéraires
Pôle:
Equipe d'Accueil du pôle de recherche LL-SHS
Responsable(s):
Membres du laboratoire:
38 membres dont 19 enseignants chercheurs.
Adresse postale:
Université d'Angers
Maison des Sciences humaines
11 bd Lavoisier
49045 Angers CEDEX 01
Responsable(s):
Contacts:
Anne-Simone Dufief | Directrice
Tél 02 41 22 63 77 | anne.dufief @ univ-angers.fr
Michel Sirvent | Secrétariat
Tél 02 41 22 63 92 | michel.sirvent@univ-angers.fr
(le matin)




Universidad de Granada